Si Miyamoto Ariana hubiese nacido en los Estados Unidos, la corona le habría quedado perfectamente bien. Lo digo porque... bueno, siendo mestiza (una interesante mezcla de dos razas muy distintas entre sí), logró una gran hazaña "imposible" en un concurso de belleza de tales magnitudes: superar los obstáculos raciales y ampliar la definición de lo que significa pertenecer a la tierra que la vio nacer.
Pero ese no es el problema. El problema es que esta "medio japonesa" (su padre es afroamericano y su madre, japonesa) es el centro de atracción de miradas y cámaras curiosas en Tokyo... y de fuertes críticas, por el simple hecho de que lo que para nosotros los latinoamericanos es normal (el mestizaje), es todavía considerado un tabú en el país de los samurai y las geisha.
Podría sonar como un mensaje positivo sobre el cambio de Japón frente al mundo. Pero esto no es nada nuevo para nosotros. Nos ha tocado una y mil veces, ver entre las delegaciones japonesas de artistas y deportistas a gente de raza mestiza, como esta "Miss Nagasaki". Pero este nuevo revés que sufren los japoneses definitivamente rompió la barrera de la belleza en el continente asiático.
Hay que recordar que Japón sigue siendo un país sumamente conservador que se resiste al cambio, a pesar de toda la tecnología de punta y de todo el entretenimiento "ecchi" que desfila por NHK y Fuji TV. Y por esto, los extranjeros (y los japoneses nacidos de extranjeros) enfrentan discriminaciones y prejuicios.
Ahora las malas lenguas dicen por ahí, que la nueva Miss Japan se está preparando "a conciencia" para representar a su país, en el certamen mundial Miss Universo. Amanecerá y veremos. ¿Quién iba a pensar que un día, una "medio japonesa" iba a representar a Japón en un certamen de belleza "de grandes ligas"?
#456: JAPÓN EN POSITIVO
(Fuente: cnnespanol)
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