Como padres es fácil olvidar que nuestros hijos actúan como nosotros lo hacemos y no como les decimos que actúen. Es por ello que Katarina Magnus, directora de la Asociación de padres del jardín de infancia Grålums en Sarpsborg, en Noruega, decidió escribir una carta a los padres de alumnos de este centro.
“Veo que muchos padres no notan el efecto que tienen sus acciones. El efecto de un comentario tras otro, se quejan, dan opiniones sobre todo y sobre todos. Lanzan una condena tras otra contra aquellas personas que son distintas a ellas y quiero acabar con eso”, dijo Katarina Magnus a una importante cadena noruega de televisión.
Su carta ha tenido un gran impacto. Después de enviarla a los padres la colgó en Facebook, donde al momento de escribir esta nota había recibido más de 3.000 likes y se había compartido 2.000 veces.
“Estoy muy contenta por todos los comentarios y me gusta que la gente se sienta aludida, de ese modo sabemos que hemos plantado una semilla. Estoy segura de que esto puede ayudar a que el mundo sea más amigable”, dijo.
Esto es lo que Katarina escribió a los padres:
Queridos padres de familia:
A luz de la gran atención mediática que está teniendo recientemente el abuso escolar en nuestra sociedad, la asociación ha decidido emitir un llamamiento general a los padres sobre cómo pueden ayudar desde casa, alrededor de nuestras propias mesas de comedor.
En la mayoría de nuestras escuelas, institutos y colegios, el acoso escolar es un problema conocido, pero todos podríamos recordar cómo nuestras actitudes tienen un gran impacto en los más pequeños. ¡Lean!
¡Ustedes enseñan a los niños a abusar! Sí, han leído bien. Tienen que admitirlo. Esto es porque:
- Se sientan a la mesa y se quejan de las elecciones o no elecciones de sus amigos.
- Se sientan frente al televisor y critican a los participantes o personajes por su comportamiento.
- Miran la tablet o el smartphone y hacen comentarios negativos sobre la apariencia de alguien.
- Leen el periódico y ridiculizan a cualquiera con una opinión diferente a la suya.
- Conducen su coche y se enojan con otro conductor por temas de tráfico.
- Entornan los ojos porque alguien hace las cosas de forma diferente que usted.
- Dicen algo despectivo sobre alguien por diferencias de fe, raza o por tener un punto de vista distinto al tuyo.
- Critican el estado financiero de otra familia, sus últimas compras o sus elecciones a la hora de ir de vacaciones.
- Muestran claramente con su lenguaje corporal que no le gusta alguien.
Sus palabras, lenguaje corporal y expresiones faciales enseñan a su hijo que está bien decir cosas negativas de los demás. Sí, usted no sólo le está enseñando que esto está bien, sino que también le demuestra que hay que ser intolerante.
Somos modelos para nuestros hijos y ellos no saben más de lo que nosotros les enseñamos.
Este es un importante llamamiento de nuestra parte y urgimos a todos los padres a que auto examinen sus propias conductas y consideren cómo les afectan a los más pequeños.
El abuso escolar empieza y termina con nosotros. Todos tenemos que ser más tolerantes, inclusivos, flexibles y generosos con el otro, para que nuestros hijos también lo sean. Así que tenemos trabajo que hacer. ¿Están listos para el cambio? Lo estamos. Estamos listos para ayudar en lugar de hacernos daño los unos a los otros.
Siento si alguien se siente ofendido por esto, pero algunas veces necesitamos hacer un llamamiento para despertar, para que cambien las cosas.
¡Esperemos que esto tenga un impacto en la dirección correcta!
¡Qué tengan un buen día!
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