-No necesitas un doctorado para ser un genio
Antes que vendiera PayPal y se convirtiera en el innovador multimillonario que todos admiran, Musk intentó estudiar un posgrado y se retiró a los 2 días, porque consideró que podía aprender más por su cuenta. Elon tomó dicha decisión porque ya tenía los conocimientos necesarios para ser exitoso, es decir, ya tenía enfocado sus intereses, y un posgrado por que no le ayudaría en nada.
-Lee el mismo tiempo que la gente ve la televisión
Al igual que el otro millonario, Warren Buffet, Musk asegura leer más de 500 páginas al día, y se define como un “ratón de biblioteca”, pues cuando era un niño leía 10 horas al día, devorando bibliotecas enteras en sólo 3 días.
-Perseguir obstinadamente sus propios intereses
Por si no fuera suficiente con sus hábitos de lectura, Elon Musk es un fiel creyente del aprendizaje autodidacta, ya que a los 12 años utilizó su conocimiento básico del software Blastar para programar un videojuego que vendió a compañías locales de computación por 500 dólares.
Actualmente, su fortuna es de miles de millones de dólares y dirige negocios que nadie realiza, como una planta de baterías para dar electricidad a una comunidad en California. Su fama ha sido tal, que el actor que interpreta a Iron Man, Robert Downey Jr haya dicho públicamente que se inspiró en Musk para caracterizar “el hombre de hierro”.
-Ser incansablemente optimista
Mientras que los anteriores hábitos lo tienen en común la mayoría de los empresarios exitosos, Musk se define que su fuente de inspiración para innovar constantemente es su entusiasmo, siendo que creció siendo pobre y con un padre emocionalmente abusivo e incluso lo mandó al hospital en alguna ocasión. Aseguró que cree tanto en su proyecto de colonizar Marte con su compañía SpaceX, que ha dicho abiertamente que “quiere morir en Marte”.
-El fracaso siempre será una opción
Musk refiere que muchas de sus ideas que ahora son negocios millonarios fueron previamente calificados de “ignorantes” por personas calificadas, sin embargo, logró ignorarlos a todos y hacer las cosas que él quería. Reconoce que algunas ideas suyas no lograron despegar, por lo que cree que “si no estás fallando no estás innovando”.
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