La pasta térmica es una sustancia que incrementa la conducción de calor entre superficies que pueden ser levemente irregulares y no hacer contacto efectivo. Es usada para ayudar a la disipación del calor de componentes permitiendo que el mismo pase directo al disipador y sea expulsado.
¿Cómo aplicarla?
Primeramente se debe quitar el disipador y ventilador del mismo para proceder a limpiar los residuos de pasta térmica que hayan quedado en la base del disipador y el procesador. No es necesario quitar el procesador. Los residuos se quitan con alcohol isopropílico y un paño de microfibra, preferentemente. Existen varias técnicas para aplicar la pasta térmica, entre ellas la de esparcirla con una espátula o tarjeta. Esto no es recomendable, porque difícilmente conseguirás una capa homogénea y es probable que el sello entre el disipador y el procesador no se forme de manera efectiva.
Lo mejor es aplicar el equivalente a una gota pequeña de pasta térmica sobre el procesador e instalar el disipador encima acto seguido. Se dice que la gota debe ser del tamaño de un grano de arroz. La presión extenderá la pasta formando una fina y homogénea que no hubieras obtenido si la diseminabas.
El procedimiento se lleva a cabo si son muy altas las temperaturas registradas en el procesador y notas que la PC llega a períodos de termal trolling o si ha pasado mucho tiempo desde la instalación del CPU. Se estima que el tiempo promedio de vida útil de la pasta térmica promedio es de 18 meses, aunque puede ser incluso más según la marca y los componentes de la misma.
Nota: Se denomina termal trolling a la disminución de la velocidad del procesador cuando se alcanza una temperatura excesiva. El sistema baja automáticamente la velocidad en Mhz y consecuentemente el rendimiento, para disminuir las temperaturas y evitar daños.
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