En este punto tocaría ver más en profundidad las características de los ventiladores de acuerdo a dónde irán ubicados. Básicamente tenemos dos tipos de ventiladores que podemos escoger de acuerdo a esto. Estoy hablando de ventiladores pensados para generar flujo de aire versus los diseñados para favorecer la presión estática. Y si ben podría parecer algo complicado, termina siendo bastante sencillo.
Los ventiladores de flujo simplemente mueven aire a través del case para generar un circuito unidireccional y disipar el calor. Por ello, funcionan mejor en espacios cuya circulación no está bloqueada por nada. Los de presión estática, en cambio, están pensados para que el aire que generan sea dirigido sin pérdida por dispersión hacia los costados y a una presión mucho más alta que los anteriores. Son ideales para espacios reducidos y con posibles obstáculos en frente. Básicamente, podemos decir que los ventiladores con un alto coeficiente de presión estática son para usar en disipadores, radiadores o cuando los compartimentos para discos duros obstruyen el paso.
El índice de presión estática de un ventilador está definido por el diseño de las aspas. Simplemente es una cuestión de forma que hace a cómo y a que presión dirigen el aire, siendo que gracias a ese diseño favorece que el mismo expulsado pueda sortear obstáculos. La presión estática se mide en milímetros por columna de agua. La presión media de un ventilador para flujo de aire es de entre 1 y 2 milímetros por columna de agua. Se expresará en sus especificaciones de la siguiente manera:
- 0,71 mm H2O (Coeficiente bajo)
- 2,72 mm H2O (Coeficiente medio)
- 3,2 mm H2O (Coeficiente alto)
Entonces, si se busca que el ventilador ingrese aire fresco de manera efectiva teniendo un compartimento de discos duros en el frente o son para un radiador, definitivamente los de presión estática serán los indicados. Pero los que expulsan el aire caliente del gabinete, siempre deberán ser para flujo de aire.
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