Cuando hablamos de temperaturas de CPU y GPU, es muy común que nos asustemos fácilmente. De todas formas, es necesario señalar que el CPU puede trabajar hasta con 90 o 95°C aproximadamente, aunque obviamente no es recomendable y estaría a punto de apagarse por sobrecalentamiento. La temperatura más común que tiene un procesador, suele estar alrededor de los 38° o 40°, alcanzando picos de 50° en idle (Reposo). Cuando el CPU se encuentra trabajando a su máxima potencia, lo normal es que las temperaturas aumenten hasta los 60° o 70°. Con respecto al GPU, el promedio sería 35° o 40° en idle y hasta 80° a máxima exigencia.
Todo lo que esté dentro de estos rangos, es perfectamente normal. Por supuesto que hablamos de disipadores de stock. Con disipadores más potentes o Watercooling, las temperaturas serán siempre mucho menores.
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